miércoles, 14 de marzo de 2012

Joaquín Sorolla, Museo del Prado, Madrid

Joaquín Sorolla (1863-1923), Museo del Prado, Madrid


Fechas
Del 26 de mayo al 6 de septiembre de 2009.
Prorrogada hasta el 13 de septiembre


Hola a todos! Este miércoles vuelvo a la carga con otra exposición del Museo del Prado. Estamos hablando de la exposición que batió el record de visitas a una exposición temporal, superando incluso a la que ese mismo año había establecido un nuevo record: la de Francis Bacon (de esta exposición a la que también asistí hablaré más adelante en el blog). Y es que Sorolla es el típico artista que conmueve a profanos y entendidos por igual y más cuando hablamos de la exposición monográfica del autor más importante de la historia. Hoy, con todos ustedes, Joaquín Sorolla.



Sinopsis: Joaquín Sorolla (1863-1923) es la primera gran exposición antológica que el Prado dedica a este gran maestro del siglo XIX y la más importante celebrada tanto dentro como fuera de España, donde no ha habido ninguna exposición de estas características e importancia aunque sí otra gran muestra monográfica de carácter antológico que se celebró en 1963 en las salas del Casón del Buen Retiro, organizada entonces por el Ministerio de Educación y Ciencia. La exposición muestra por primera vez más de un centenar de pinturas de Sorolla, el pintor español de mayor proyección internacional de su tiempo y una de las figuras capitales de la historia del arte española, en un ambicioso recorrido sobre lo mejor de su producción que incluye los catorce paneles de la Visión de España, pintados para la Hispanic Society of America traídos a España en el año 2007, por Bancaja, entidad patrocinadora de la muestra.


VidaTras sus primeros años de estudios en la Academia de San Carlos, Sorolla marchó a Italia como pensionado de la Diputación de Valencia. Durante sus años en Italia, entre Roma y la pequeña ciudad de Asís, Sorolla perfeccionó su formación académica. Los estudios de desnudo, así como el conocimiento de los maestros antiguos y modernos que le ofrecía el arte italiano fueron determinantes en su proceso de maduración. Pero la pensión, además, le supuso acercarse a la otra gran capital artística del momento, París. En esa ciudad adquirió el conocimiento del realismo académico que le conduciría a implicarse en la pintura de argumento social.

A su regreso a España se instaló en Madrid, donde concurrió con éxito a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Allí presentaría sus pinturas más reivindicativas en este nuevo género, en pinturas cargadas de sobrecogedora emoción. ¡Aún dicen que el pescado es caro! sintetiza sus esfuerzos más ambiciosos en estos momentos por equilibrar los argumentos de dramatismo contenido con una factura exigente y veraz, atenta a la iluminación, que se perfila ya como su principal preocupación. Estos éxitos públicos determinaron también su primera producción para el coleccionismo privado en lienzos en los que Sorolla refleja una imagen de la vida popular amable y cercana, asomando en ellos paulatinamente sus audaces conquistas plásticas.


Crítica personal: Esta es otras de las grandes citas que había esperado con impaciencia. En este caso el traer tantos cuadros de un maestro, que si bien es Español tiene tanta y tanta obra esparcida por el mundo, tuvo mucha repercusión en los medios y de hecho fue anunciada (y prorrogada) a los cuatros vientos y sin mesura. Cómo casi siempre conseguí las entradas a última hora y gracias a Dios pude finalmente visitar tan ansiada muestra. 


Sorolla impresiona, lo mires por donde lo mires. Por la luz, por lo positivo de sus colores y por sus formatos o temas costumbristas. Es lícito tener tus dudas y es justo reconocer que no fue tan influyente en los artistas venideros como lo fueron otros, pero su éxito internacional fue simplemente abrumador. Y es que Sorolla encandila y genera sentimientos positivos. Vamos, ¡que te marchas de buen humor tras haber visitado la exposición! Me impresiono particularmente el dominio de la luz y ver como el abusar del color blanco en su pintura no quita intensidad a sus obras, si no todo lo contrario. Y al final se te queda la sensación de haber asistido a algo grande (quien sabe si irrepetible)... ¡por eso no te puedes perder estas ocasiones!


Selección: Son 101 las obras que compusieron esta exposición. Aquí os dejo mis favoritas:


Desnudo de una mujer, Joaquín Sorolla, 1902

El baño del caballo, Joaquín Sorolla, 1904

Sevilla, Los Nazarenos, Joaquín Sorolla, 1914

Chicos en la playa, Joaquín Sorolla, 1909

Paseo por la orilla, Joaquín Sorolla, 1909

La bata rosa después del baño, Joaquín Sorolla, 1916

La pesca del atún, Joaquín Sorolla, 1919

Bueno amigos, esto es todo por hoy! Creo que es la exposición más completa comentada por mí, así que espero que os guste! Para la próxima exposición: Francia Bacon!

No hay comentarios:

Publicar un comentario